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Una problemática social 

En Argentina muere, cada 30 hs, una mujer debido a la violencia de género. En 2014 se registraron 277 casos de femicidio, mientras que entre 2013 y 2015 se registraron oficialmente 50.703 casos de violencia por razones de género. Se especula que son aún más los casos porque la mujer violentada no hace la denuncia correspondiente. A esto se suma que los instrumentos oficiales de recolección de datos no se encuentran adaptados o registran el problema de manera deficiente reforzando la pobre cantidad de información que tenemos sobre los casos de violencia de género. Y, por ende, debido a estas dos situaciones es difícil prevenir nuevos casos.

De modo que los problemas de investigación aquí planteados serían los siguientes:

 

  • Las víctimas de violencia de género no denuncian.

  • Los instrumentos de recolección de datos son deficientes e insuficientes.

  • Con los datos disponibles NO es posible PREVENIR nuevos casos de violencia de género.

 

La medición de la violencia de género es muy compleja debido a que tanto las denuncias policiales como las declaraciones en encuestas dependen de la voluntad de las víctimas de contarles su situación a los profesionales que se ocupan de este tema. Asimismo los datos de los casos son imprecisos y los instrumentos de recolección (encuestas, denuncias, entrevistas) no son efectivos para detectar o prevenir los casos. Creemos que uno de los motivos que ocasiona la falta precisión de los datos es que, como dirían Viktor Mayer y Schonberger Kenneth, el muestreo estadístico pierde de vista los detalles y además recopila datos en un momento preciso, lo que impide que las cifras puedan ser actualizadas en tiempo real.  Por eso consideramos que en la actual era de los datos masivos es posible desarrollar algún sistema que recopile datos constantemente sobre este tema, con el objetivo de obtener más información que nos permita observar más de cerca determinados aspectos. De esta manera al manejar una mayor cantidad de datos tendríamos más posibilidades de resolver el problema, que incluso podría contar con la colaboración y participación de los ciudadanos. Entonces desde esta perspectiva, asociada a la postura de Steve Johnson, le daríamos un uso social a los datos.Las jurisdicciones con mayores porcentajes de mujeres golpeadas en general y golpeadas no robadas en particular, son la Ciudad de Buenos Aires y las Provincias del Norte.

 

 

 

 

 

 La violencia física siempre va acompañada prácticamente en igual medida de violencia psicológica la mujer no está dispuesta a hacer una denuncia en contra del hombre que ejerce violencia sobre ella. De acuerdo a esto debíamos pensar un dispositivo que nos permitiera salvar esta barrera que nos obstaculiza una más abarcativa percepción de los casos de violencia de género en las casas.

 

Además, el dispositivo tenía que estar ubicado en el seno del hogar o la familia puesto que en el 50,2% de los casos el agresor es la pareja o novio y en el 33,7 la ex pareja o ex novio (ver cuadro 2). Teniendo en cuenta que es en la intimidad o en el ámbito donde los dos se encuentran donde más efectivamente se producen las situaciones de violencia, ese lugar sería el adecuado para monitorear las actividades de las parejas.

 

Por otro lado, e introduciendo el tema del diseño especulativo, el dispositivo CHIARA va a funcionar, en una primera instancia BETA de conformación de bases de datos hacia futuro, solamente en Ciudad Autónoma de Buenos Aires puesto que es uno de los lugares con mayores casos. Estará ubicado dentro de las casas y permitirá recolectar más y  mejores datos acerca de situaciones de violencia de género.

La cuestión de la privacidad es un tema importante en este dispositivo. Puesto que pareciera invasivo puesto que habrá un sensor escuchando todo el tiempo lo que sucede en el hogar. Sin embargo no grabará lo que sucede, salvo cuando detecte una repetición de patrones que significaría violencia de género. Entendemos, justamente, que el problema central para prevenir más casos es que no hay manera de acceder a ellos porque no se denuncian. Y por eso nuestro dispositivo debe estar sí o sí ubicado en el seno del hogar. Siguiendo los conceptos de Helen Nissenbaum : “No todos los sistemas que alteran el flujo de información son causa de alarma, pues hay casos obvios de nuevos dispositivos y sistemas de información más útiles que los ya existentes”.

 

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